jueves, 17 de mayo de 2012

¿Cómo son los quiteños?






        

¿QUIÉN ES EL QUITEÑO?   ¿QUE VIVE?   ¿QUÉ SIENTE?   ¿QUE SUEÑA?   ¿A DÓNDE VA?


...aunque parezcan delirantes e incluso irreverentes, las pinceladas esparcidas sobre esta tela, en su conjunto, nos conducirán a desmitificar la imágen del Chulla Quiteño, para fraguar en nuestro imaginario ese ideal del hombre andino, habitante de este kitu milenario,  que vibra en nuestro interior pero que no nos atrevemos a dejarlo salir...                                       
Carlos Ortega


EL QUITEÑO



“De su ancestro comunitario, el hombre de Quito resulta ser comunitario,

 lleno de festivo colorido, de sensibilidad solidaria,

 de armónica interrelación con su naturaleza,

 de recia e innegable imaginación para crear y subvertir.

El dominio de las técnicas artísticas,

 ya por rebeldía o por paciente originalidad,

 y la consciencia plena de la mestiza esencia del quiteño han hecho que la ciudad

 entera posea una cultura que le pertenece a todos los hombres de la tierra…


El quiteño es contemplativo y pujante, sereno y a la vez rebelde,

 como el lugar del mundo en donde se ha erigido su ciudad…

Qué sino las floraciones connubiales del ambiente dan identidad -quizás soberbia,
 quizás vanagloria- a la rutina humana de sentar raíces y regar la tierra.
Quizás la insurrecta línea de los Andes sea la que se perfila en la consciencia
 quiteña con vivacidad rebelde al momento de encumbrarse o con apacible
 comedimiento al momento de observar la pacífica caída de sus estribaciones.
  Quizás saberse parte del cerúleo, que en Quito es piel cercana, ha hecho que
 el quiteño tenga claridad amante para el cortejo sano y la mirada inquieta.
Quizás las cicatrices de la tierra… le dotaron al quiteño de esa múltiple visión para
 mirar profundo en las quebradas y mirar escéptico en lo superficial.
Los dos ancestros de Quito son poesía; el uno remoto y ancestral,
 cargado con la fuerza inmemorial de los silencios,
 el otro epopéyico y bohemio,
 cargado de heroísmo y aventura,
 de viscerales musas.”

CRISTIAN AVECILLAS[1]


[1] AVECILLAS SIGÜENZA, Cristian, Estudio Biográfico de Edmundo Ribadeneira, págs. 76-77,  Quito, Editorial El Conejo, 2008.






RESISTENCIA A LAS FRUSTRACIONES

"... Se dice también que el quiteño es generoso, auténtico y sereno.  Tengo mis grandes dudas al respecto, pues la generosidad suele estar en relación con el interés en obtener un favor del otro.  La autenticidad es cosa más difícil de lograr, no sólo aquí, sino en cualquier sitio del planeta y creo que será lo último en obtenerse.  La serenidad sí, aunque el término quizás no es el apropiado.  Quizás diría yo que hay una especie de indolencia crónica que se agiganta y estalla una vez cada siglo:  Las Alcabalas, en 1592; Los Estancos, en 1765; el arrastre de Ruiz de Castilla; la defensa de Quito contra Montes en 1812; quizás los actos de septiembre de 1859 en defensa del triunvirato; el arrastre de los Alfaros, en 1912; La Gloriosa en 1944, y quizás la caída de Abdalá Bucaram, en febrero de 1997 -acto dudoso en su valor intrínseco, por las catastróficas consecuencias sociales y económicas-.  Muchos han pensado que a Bucaram se debió dejarle terminar el período que, con show incluido, el resultado hubiera sido mucho mejor que lo que luego se vino encima..."
Fernando jurado Noboa. (2)


(2) Jurado Noboa, Fernando, Ensayo sobre el Chulla Quiteño 1700 - 2009, Quimeradreams editores, Quito, 2009 


Presentación del libro "Ensayo sobre el Chulla Quiteño 1700 - 2009,  Museo de Arte Contemporáneo, ex Hospital Militar, diciembre 2009,